lunes, 28 de febrero de 2022

La Nueva Alianza Prometida




INTRODUCCIÓN
A partir de Moisés el Señor anuncia al pueblo de Israel una Nueva Alianza, en la que hablará directamente al pueblo y le comunicara su Espíritu, la cuál verá su cumplimiento luego de una purificación o castigo. Tomemos como ejemplo al profeta Ezequiel, quien anuncia un castigo futuro al pueblo vecino (Edóm) que aprovechó la incursión de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para incursionar en territorio de Israel:

EZEQUIEL 35, 5
Porque has mantenido una antigua enemistad y has entregado a los israelitas al filo de la espada, en el día de su desastre, en el día de la expiación final (...)

Hay que notar que se habla de una expiación final en la que el pueblo judío sufre la derrota y deportación hacia Babilonia. El término final indica una última purificación, lo que a mi entender anuncia la proximidad de la Salvación prometida.

Estos pasajes anuncian la Nueva Alianza y la visita de Dios a su Pueblo:

ISAÍAS 40, 2-5
Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está paga, que ha recibido de la mano del Señor doble castigo por todos sus pecados. Una voz proclama: ¡Preparen en el desierto el camino del Señor, tracen en la estepa un sendero para nuestro Dios! ¡Que se rellenen todos los valles y se aplanen todas las montañas y colinas; que las quebradas se conviertan en llanuras y los terrenos escarpados, en planicies! Entonces se revelará la gloria del Señor y yo todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor.

JEREMIAS 3, 16
Y cuando ustedes se hayan multiplicado y fructificado en el país, en aquellos días –oráculo del Señor– ya no se hablará más del Arca de la Alianza del Señor, ni se pensará más en ella; no se la recordará, ni se la echará de menos, ni se la volverá a fabricar.

JEREMIAS 31, 31-34
Llegarán los días –oráculo del Señor– en que estableceré una nueva Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá. No será como la Alianza que establecí con sus padres el día en que los tomé de la mano para hacerlos salir del país de Egipto, mi Alianza que ellos rompieron, aunque yo era su dueño –oráculo del Señor–. Esta es la Alianza que estableceré con la casa de Israel, después de aquellos días –oráculo del Señor–: pondré mi Ley dentro de ellos, y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo. Y ya no tendrán que enseñarse mutuamente, diciéndose el uno al otro: «Conozcan al Señor». Porque todos me conocerán, del más pequeño al más grande –oráculo del Señor–. Porque yo habré perdonado su iniquidad y no me acordaré más de su pecado.

ZACARIAS 8, 23
Así habla el Señor de los ejércitos: En aquellos días, diez hombres de todas las lenguas que hablan las naciones, tomarán a un judío por el borde de sus vestiduras y le dirán: «Queremos ir con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes».

JOEL 3, 1
Después de esto, yo derramaré mi espíritu sobre todos los hombres: sus hijos y sus hijas profetizarán, sus ancianos tendrán sueños proféticos y sus jóvenes verán visiones.

ISAÍAS 44, 1-3
Y ahora escucha, Jacob, mi servidor, Israel, a quien yo elegí. Así habla el Señor, el que te hizo, el que te formó desde el seno materno y te ayuda. No temas, Jacob, mi servidor, Iesurún, a quien yo elegí. Porque derramaré agua sobre el suelo sediento y torrentes sobre la tierra seca; derramaré mi espíritu sobre tu descendencia y mi bendición sobre tus vástagos.

ISAÍAS 59, 20-21
(Al servidor del Señor)
El vendrá como redentor para Sión y para los hijos de Jacob convertidos de su rebeldía –oráculo del Señor–. Por mi parte, dice el Señor, esta es mi alianza con ellos: mi espíritu que está sobre ti y mis palabras que yo he puesto en tu boca, no se apartarán de tu boca, ni de la boca de tus descendientes, desde ahora y para siempre, dice el Señor.

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