domingo, 30 de octubre de 2022

Arca de la Alianza

Cuando el hombre fue expulsado del Paraíso su corazón se inclinaba constantemente hacia el mal, leemos en el libro del Génesis:

(Gn. 6, 5-6, 8) Cuando el Señor vio qué grande era la maldad del hombre en la tierra y cómo todos los designios que forjaba su mente tendían constantemente al mal, se arrepintió de haber hecho al hombre sobre la tierra, y sintió pesar en su corazón. (…) Pero Noé fue agradable a los ojos del Señor.

(Gn. 6, 11) La tierra estaba pervertida a los ojos de Dios y se había llenado de violencia.

(Gn. 6, 12) todos los hombres tenían una conducta depravada.

Cuando la maldad llegó al colmo sobre la tierra puesto que los hombres se mataban entre sí y no había moral, Dios quiso que el hombre no desapareciera e hizo construir un Arca, para que todo el que creyera en Dios subiera al Arca, puesto que la perversión y la violencia habían llegado a extenderse por toda la tierra.

Por esto, las aguas cubrieron la superficie de la tierra habitada. Pasada la inundación, Dios hizo una alianza con el hombre y se vió por primera vez el arcoíris.

Pero si leemos el libro del Apocalipsis también se habla de un Arca de la Alianza:

Apocalipsis 11, 19: En ese momento se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de la Alianza, y hubo rayos, voces, truenos y un temblor de tierra, y cayó una fuerte granizada.

Este pasaje se menciona luego de que el ángel tocara la séptima trompeta que anuncian los castigos futuros que deberá padecer la humanidad, y posterior a este pasaje:

Apocalipsis 12, 1: Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.

Por lo tanto el Arca de la Alianza del Antiguo Testamento es figura del Arca de la Alianza del nuevo Testamento cuando la humanidad llegue nuevamente al colmo de la maldad y Dios nos muestra que vuelve a darnos otra vez un Arca para encontrar refugio seguro. La Iglesia reconoce en María la figura de la nueva Arca y por eso se la saluda en las letanías como: Arca de la Alianza.

martes, 25 de octubre de 2022

La Pobreza evangélica

Son tres los votos que hacen aquellos que ingresan al noviciado: Castidad, Pobreza y Obediencia.

El voto de Pobreza que parece menospreciado hoy en día es realmente un pilar de la Iglesia. Lo practicaron los discípulos del Señor a ejemplo de El mismo y es mandado a ser practicado por toda la Iglesia.

Ciertamente no demanda lo mismo para un laico que para una persona consagrada. Para un laico la pobreza evangélica puede ser entendida como una forma de vida desprendida, sin apetecer por encima de nuestro uso, ayudando a los necesitados, etc. Para un religioso o consagrado es más bien depender de la Divina Providencia.

Hubo dos santos que al ver que este voto era menospreciado lo vivieron ellos mismos a ejemplo de los apóstoles: san Francisco de Asís y santo Domingo de Guzmán. San francisco se desprende de todos los bienes y empieza su vida dedicada al Señor solamente con lo que llevaba vestido. La suya fue una actitud heroica y el Señor la recompensó. Santo Domingo pudo ver que la manera de misionar en su época era inadecuada: los predicadores iban en carruajes, con ayudantes y secretarios, y se hospedaban en los mejores alojamientos, y no conseguían apartar a los cristianos de la herejía albigense que invadía Francia. Por esto, junto con algunos compañeros, fueron a predicar a pie, sin más que los libros que necesitaban para ejercer su oficio. Cuando debían sufrir las penosidades del viaje santo Domingo decía que la próxima predicación iba a ser fructífera, y así sucedía.

Dos hombres viviendo la pobreza evangélica con maneras distintas de evangelizar. San Francisco predicaba con su vida que iba en contra de la sociedad feudal de aquella época, empeñada en acumular tesoros. Para este santo todo lo que necesitaba saber estaba en la lectura de la Biblia. Santo Domingo que tenía una carrera de estudios, refutaba con argumentos a aquellos herejes que expandían el error entre los católicos. La predicación de san Francisco arrasaba mientras que la de santo Domingo apenas convencía, pero la Virgen María fue en ayuda de este último y le dio un arma poderosa que iba a darle el triunfo contra los herejes: el rezo del Rosario.

Esta similitud a grandes rasgos también puede verse en las figuras de san Pedro y san Pablo que la Iglesia conmemora en un mismo día: 29 de Junio.

Qué gloriosa es la santa pobreza. Que la vida de la Iglesia sea siempre un reflejo de esta virtud, que quienes la han vivido han llegado a ser grandes santos.

sábado, 22 de octubre de 2022

Puntos de inflexión

Todos reconocemos en nuestra vida uno o dos puntos de inflexión, como disyuntivas que determinan nuestra vida en adelante. En mi caso personal puedo decir que fue la confesión de toda mi vida a los 20 años. Luego surgieron nuevas metas y objetivos, acompañados de cambios de hábitos.

Estos puntos de inflexión no son iguales para todos. He escuchado otros distintos a mi caso, por ejemplo, para una joven fue un novio que dejó por otros placeres y cuando tuve la oportunidad de conversar con ella ya en su adultez me confesó que Dios le había puesto esa persona en su camino y no hubiera lamentado su vida hasta ese momento si hubiera tomado la decisión de permanecer fiel a su anterior pareja.

Leemos en la vida de los santos que el punto de inflexión para san Ignacio de Loyola fue su conversión al leer la vida de santos mientras se recuperaba de una lesión mientras era capitán de guarnición.

Es importante aprovechar esos instantes de lucidez que Dios nos otorga que darán sentido o llenarán nuestra vida en este mundo o por el contrario como pude verificar al dialogar con otras personas producir un vacío interior o incluso llevarnos a terminar eligiendo la oscuridad como modo de vida (¡ay, que penosa vida!).

Esos instantes de lucidez pueden venir en cualquier estado o circunstancia, recuerdo de una persona que me relató cómo vio su vocación con tanta claridad mientras se afeitaba de rutina por la mañana que nunca vaciló de tomar aquel camino… mientras se afeitaba!, a mí me sucedió algo similar, me pregunté si quería cambiar o seguir adelante con la misma vida que llevaba hasta ese momento, gracias a Dios quise cambiar de vida, ahora no me arrepiento. Ese fue el primer cambio.

En fin, puedo decir que no son muchos los momentos de decisiones de vida, pero ese instante en que tomamos esa decisión que parece pasar desapercibido (¡y ese es el momento en que hay que decidir!) lo cambia todo.